Más de 300 ‘alcudiencs’ subieron a la ermita para rendir honor a su patrona | Amalia Estabén

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El pueblo de Alcúdia celebró este martes la romería de verano más esperada: la tradicional fiesta dedicada a su patrona, la Mare de Déu de la Victòria.

Tal y como marca la tradición, a las diez de la mañana tuvo lugar la amollada de coets desde el Ajuntament, seguida de un cercavila a cargo de la banda de música municipal.

Antes del mediodía llegaron a la ermita de la Victòria todas las autoridades del pueblo, encabezadas por la alcaldesa, Bàrbara Rabassa, y a continuación dio comienzo la misa, oficiada por el rector Jordi Gaià junto a los presbíteros hijos del pueblo Jordi Darder y Felip Díez y a los diáconos. Una vez finalizada la ceremonia, los creyentes hicieron una ofrenda a la virgen con camomila, tal y como dicta el protocolo.

Fiesta de la Mare de deu de La Victòria. Baile de la alcaldesa, Bàrbara Rebassa junto a su marido. Fotos: Bárbara Corde

Antes de dar paso a la tradicional comida de la romería, todos pudieron disfrutar de una jornada de juegos tradicionales aptos para todas las edades, como las carreras de joies.

Llegadas las dos de la tarde, como cada año los asistentes pudieron disfrutar de una paella para más de trescientas personas organizada por la Obreria Amics de La Victòria a beneficio de las obras de la hospedería.
Tras la comida de hermandad, el director de la banda municipal de Alcúdia dirigió al grupo para luego cederle la batuta a la alcaldesa Rabassa, quien guió de forma divertida a los jovenes al ritmo del pasodoble ‘Paquito el chocolatero’.
No obstante, el momento más esperado de la romería llegaba pasadas las cuatro de la tarde, cuando la primera edil y su marido, Josep Hueso, bailaron la Jota de la Victòria, el baile tradicional que hace honor a la patrona del municipio.
Tras la actuación y como marca la costumbre, tuvo lugar la lluvia de avellanas y de caramelos y el Ball de Poble, en el que todas las generaciones de alcudiencs se reunen para bailar en honor a la Mare de Déu de la Victòria, la primera de sus fiestas estivales.