Las obras en el muelle han habilitado una zona de estacionamiento y viales para circular y acceder al club náutico. | Lluc Garcia

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Han pasado 16 años desde que el Govern balear empezó a transformar las antiguas instalaciones militares de la Base Naval del Port de Sóller en un amplio espacio portuario. En mayo de 2003, después de haberse obtenido pocos meses antes la cesión del uso público por parte del Ministerio de Defensa, se inició la demolición de los edificios militares, almacenes e instalaciones de la antigua Escuela de Armas Submarinas y lonja de los pescadores.

Este verano, los vecinos del Port y los pescadores ven por fin el final de este largo ciclo de obras, no exento de polémica.

Estos días se ha terminado la urbanización de la zona de aparcamiento del muelle y las obras de los cuatro edificios que se están construyendo, uno público para los pescadores y tres para el club náutico, quedaran finalizadas este verano.

Después de casi dos décadas los pescadores del Port volverán a tener un edificio para sus actividades y ventas. El director de Ports IB en funciones, Xavier Ramis, ha asegurado a este diario que «se prevé recepcionar el edificio de los pescadores a lo largo del mes de julio. Posteriormente se procederá a la concesión administrativa».

Club nàutico

Por otra parte, la construcción en paralelo de tres edificios en la parte del muelle sometida a concesión privada y explotada como club náutico por Marina Tramontana también está a punto de concluir y estos días la actividad en la zona es máxima. El bar y el edificio principal ya están concluidos.