A media mañana la afluencia de coches al párking ya era muy grande. | Curro Viera

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El primer fin de semana de restricciones en el acceso en coche al faro de Formentor no ha terminado de funcionar.

A las diez de la mañana unas barreras de plástico prohibían el acceso a los vehículos al inicio de la carretera hacia el faro, pero los coches que ya se encontraban dentro de esta circulaban con normalidad, incumpliendo la prohibición.

Un informador alertaba a los vehículos de las restricciones. La mayoría de los conductores desconocía o hacia caso omiso de la prohibición de circular por la carretera una vez pasadas las diez y volvían a lo largo de la mañana, encontrándose de frente con los autobuses de línea regular que tienen una frecuencia de media hora. El bus lanzadera que realizó su viaje a las 10.30 se encontró de frente con más de 20 coches que volvían del faro por la difícil carretera llena de curvas.

Precisamente estos problemas de tráfico motivaron la puesta en marcha de la medida. La masificación, que trabajadores de la cafetería del faro describen como insostenible, con miles de coches al día, era una fuente continua de problemas, tanto ambientales como laborales.

Atención

Desde este negocio, único de la zona, los empleados ven bien las limitaciones. La caja ha bajado con respecto a otros años, pero la situación a la que llegó la zona les hace valorar la medida y ahora consideran que la atención a los clientes, que aún llegan en gran número, puede ser de más calidad, explicó a este periódico una de las trabajadoras, para quien la medida debería aplicarse desde el inicio de la carretera, en el Port, y no desde la playa, donde el problema se ha trasladado.

La saturación está ahora en la zona de la playa y el párking, gran beneficiado económicamente de la medida. Por él pasan miles de coches al día y cuando se llena, el informador tiene orden de aparcar el exceso de vehículos en una zona cercana no acondicionada, aunque sin pagar las abultadas tarifas del aparcamiento. Si bien el sábado, primer día de restricciones, un coche del Consell vigiló que no se circulara por la zona y una patrulla de la Guardia Civil acudió brevemente a primera hora, ayer domingo nadie aparte del informador vigilaba el cumplimiento y menos aún sancionaba.

Las principales novedades en este segundo año de regulación son el aumento del periodo de aplicación, que irá desde el pasado sábado hasta el 15 de septiembre, la puesta en marcha de una web informativa, el reparto de 70.000 ejemplares de un díptico o un gran número de carteles en varios idiomas en la ronda del Port. Todo ello para informar a los turistas de que entre las 10 y las 19 horas no es posible no solo rebasar la valla, sino incluso transitar por esta carretera.