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La Plataforma Antiautopista ha criticado que el Consell de Mallorca siga utilizando escorias procedentes de la incineradora de Son Reus para la construcción de la autopista Llucmajor-Campos.

Según han recordado desde la Plataforma, lo denunciaron públicamente en de abril, por lo que la empresa Tirme y el Consell afirmaron que «solo habían utilizado las escorias a unos 200 metros de la obra, en un tramo muy pequeño y de forma experimental».

«Nos han mentido, puesto que hemos podido comprobar a lo largo de estos meses, que en la construcción de la autopista se continúan utilizando las escorias en una longitud aproximada de 1,6 kilómetros y que es uno de los materiales básicos en su construcción», han señalado.

Según han apuntado desde la Plataforma, la normativa actual de las Islas, tanto en el Plan director sectorial de residuos urbanos de Mallorca del 2006, como en la Ley de residuos y suelos contaminados, se permite el uso de los residuos de escorias de la incineradora en obras públicas y se consideran residuos no peligrosos.

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Ahora bien, «la ficha técnica de caracterización de escorias de la incineración de residuos sólidos urbanos de Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas adscrito al Ministerio de Fomento y el Ministerio para la Transición Ecológica indica que el empleo de las escorias en el campo de la construcción puede presentar problemas medioambientales, debido al contenido de elementos tóxicos y problemas técnicos, ya que pueden ser altamente expansivos».

Asimismo, la ficha técnica explica también que si este material tiene que ser utilizado en la construcción de este tipo de infraestructuras, tiene que estar tratado previamente y se tiene que llevar a cabo un control y una vigilancia constante.

Por otro lado, han añadido que el Programa de Medidas y Vigilancia Ambiental vigente «desde hace más de quince años» establece una serie de controles y medidas de las infraestructuras de Son Reus para la gestión de residuos.

Llegados a este punto, desde la Plataforma alertan de que el uso de este material «no estaba contemplado ni al Estudio de Impacto Ambiental ni en el Plan de Seguridad y Salud del Proyecto de la construcción de la autopista» y, por lo tanto, «no hay ninguna planificación ni seguimiento en el uso de estos residuos como materia prima por la construcción de la autopista».

«Esto supone una carencia grave que puede tener consecuencias sobre el medio ambiente y las personas, especialmente los trabajadores implicados en la construcción de la autopista», han concluido.