Las calles de Son Servera estuvieron bastante concurridas durante toda la jornada de ayer.

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Son Servera lució en la jornada de este domingo su potencial artesano y comercial. Centenares de personas aprovecharon el caluroso día para pasear y adquirir los productos que se ofertaban en la feria local.

Este año en el patio de ca s’Hereu la muestra estaba dedicada a la cocina tradicional con la elaboración de mermeladas de albaricoque y de calabaza de cabello de ángel. Dos productos ideales para después elaborar robiols. En el mismo espacio las herramientas antiguas y los animales compartían protagonismo.

Uno de los espacios que llamó la atención de los más pequeños fue la zona de juegos y creatividad ubicada en la Església Nova. Allí, la empresa Ennigulart fue la que puso las herramientas para que los niños mostrasen su creatividad.

En las calles, comercios, entidades y asociaciones locales mostraban una amplia oferta de sus productos. Pero en el ambiente se notaba que la noche anterior había sido larga y es que desde hace tres o cuatro años la feria nocturna del sábado coge más protagonismo que la diurna.