Uno de los puntos de aportación de residuos, el situado en un vial de la carretera de Sencelles, ya cuenta con el perímetro vallado. Tendrá once contenedores: seis de ‘rebuig’, dos para plásticos, dos para papel y otro para vidrio. La instalación contará con una caseta para un vigilante. | Juanjo Roig

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Inca arrastra un problema histórico con el llamado ‘turismo de basura’, mediante el cual residentes de municipios cercanos se acercan a diferentes puntos de la ciudad para depositar sus basuras en los contenedores.

El Ajuntament está decidido a combatir esta lacra y para ello instalará en los próximos meses cinco nuevos puntos de aportación de residuos, además de reformar el antiguo punto verde del polígono industrial que se sumará a esta oferta.

El primer punto que abrirá sus puertas se encuentra en la salida de la rotonda de la carretera hacia Sencelles. Se ha asfaltado una parte del vial y ya se ha vallado el perímetro donde permanecerán los contenedores. Estas infraestructuras contarán con una caseta para un guarda, que estará presente durante el horario de apertura, además de un servicio de videovilancia. Para poder acceder al recinto y depositar los residuos habrá que acreditarse como residente en Inca.

Periferia

Estas últimas semanas se están localizando los demás solares donde poder instalar estos puntos llamados de aportación. La intención es que estén situados en la periferia del municipio, donde el problema del ‘turismo de basura’ con los contenedores en foravila es muy acentuado, ya que en muchas ocasiones se depositan numerosos escombros, muebles y objetos de gran volumen. Una vez que esté en marcha el nuevo servicio, se irán retirando paulatinamente los contenedores problemáticos.

La actuación prevista en el antiguo punto verde del polígono, que ahora ha visto relegada su función con el de reciente apertura situado frente al matadero municipal, consiste en dividir el espacio en dos partes. Una de ellas se destinará a la brigada municipal mientras que la otra zona se adaptará a la normativa y podrá ser usada por los inquers.

Los técnicos valorarán qué tipo de contenedores se instalarán en cada uno de estos puntos. En el caso del de la carretera de Sencelles serán once: seis para residuos no reciclables, dos para plásticos, otros dos para papel y una unidad para vidrio. Teniendo en cuenta la situación de cada infraestructura y las actividades que se desarrollan en su entorno, se incorporarán nuevos contenedores para restos de poda o para restos orgánicos, por ejemplo.

Los horarios de estos puntos de aportación de residuos aún no se han anunciado pero permanecerán abiertos de lunes a viernes desde la mañana hasta la tarde, mientras que los sábados por la mañana también abrirán.

El coste de instalación de estos cinco recintos, además de la adecuación del antiguo punto verde del polígono, tendrá un coste de unos 40.000 euros. Con ello, el Ajuntament busca que los ‘turistas de basura’ lo tengan a partir de ahora mucho más difícil para encontrar un contenedor apartado donde depositar sus residuos.