La integración en una misma parcela de los árboles con mayor presencia de frutales y árboles de secano, así como el ganado y los pastos, mejora la productividad y reduce las necesidades de consumo de agua. | FVSM

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La reserva biológica de Ariant (Pollença), custodiada por la Fundació Vida Silvestre de la Mediterrània (FVSM), ha puesto en marcha este año un plan pionero para adaptar las fincas de montaña a los impactos derivados del cambio climático. Son acciones no sólo directas, como por ejemplo la reducción de las emisiones de CO2 triturando los restos de poda en lugar de quemarlos, sino también de adaptación, como la siembra de árboles frutales de variedades locales con pocas exigencias de agua o la creación de nuevos refugios para las abejas.

La idea pasa por practicar la agroforestería, integrando árboles, ganado y pastos en una misma parcela, para de esta manera, conseguir una mejora en la productividad y ser ecológicamente sostenibles. El pasado marzo, la FVSM plantó 75 olivos en Ariant y planea continuar con la plantación de otros árboles de secano como el algarrobo, el almendro o el olivo, adaptados al clima local y más resistentes a posibles cambios. Las algarrobas son alimento para las ovejas y burros de la finca, y flores como las del almendro proporcionan néctar y polen a las abejas de Ariant.

La Fundación Biodiversidad (fundación pública adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica) ha aprobado este plan que ha sido incluido en la convocatoria de concesión de ayudas para el desarrollo de actividades en el ámbito de la biodiversidad, el cambio climático y el desarrollo sostenible.

El cambio climático es un hecho que hoy en día pocos se atreven a discutir. Existen múltiples impactos negativos, entre otros el desacople de los ciclos biológicos por temperaturas primaverales adelantadas. Se observa en la agricultura (con cosechas afectadas por la falta de frío) o en la floración de los frutales (las flores dejan de cuajar aunque el resto de condiciones sean buenas).

También aumenta la frecuencia de las lluvias torrenciales que favorecen la erosión y provocan inundaciones que tienen un impacto sobre la actividad humana pero también sobre las fauna. La FVSM ha detectado en los últimos años casos de parejas de buitre negro que han perdido el pollo por exceso de lluvias.

La fundación ha decidido así poner cartas en el asunto aplicando medidas para reducir los impactos en Ariant (Pollença) y otras fincas en Custodia del Territorio. La colonia de buitre negro, los bosques, la agricultura y la ganadería están en el punto de mira de todos estos cambios.

«El proyecto de adaptación al cambio climático es una de las primeras experiencias en este ámbito en las Illes Balears y contribuye a poner en marcha medidas amparadas por la recientemente aprobada Ley del Cambio Climático en las Baleares, en línea con Planes y Estrategias a nivel tanto nacional como europeo», explican desde la fundación.