Imagen de una de las jaulas instaladas en los últimas semanas en Mancor de la Vall donde Baldea ha capturado y esterilizado con su quirófano móvil a los felinos que posteriormente son puestos en libertad. | Ultima Hora

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La sobrepoblación de gatos en las zonas urbanas de Mallorca se ha convertido en un quebradero de cabeza para los ayuntamientos de la Part Forana y muy especialmente para los pequeños municipios, incapaces de asumir con fondos propios programas de control de población.

Alertado de la situación por las asociaciones de protección animal, el departamento de Cooperació Local del Consell de Mallorca ha habilitado por primera vez este año una línea de ayudas para que los ayuntamientos puedan llevar a cabo actividades de control poblacional de los gatos asilvestrados que se pasean por sus núcleos urbanos.

Todos los municipios de Mallorca salvo Artà, Escorca, Petra, Sóller y Vilafranca se adhirieron al programa, aunque finalmente han sido 46 los elegidos. Palmanyola y Felanitx no subsanaron las deficiencias detectadas en sus planes.

Capturas

Los municipios recibirán ayudas de entre 3.500 y 14.088 euros en función de su población y de la diseminación territorial. La partida total asciende a 189.753,56 euros. Todos los pueblos se comprometen a capturar y castrar los gatos asilvestrados de sus núcleos urbanos que una vez esterilizados volverán a las calles.

Buena parte de los ayuntamientos han firmado convenios con asociaciones animalistas que en las últimas semanas se están encargando de la colocación de jaulas trampa y de la castración de los animales. Es el caso de Baldea que estos días ha trasladado su quirófano móvil a Mancor de la Vall donde nunca hasta ahora se había realizado una campaña de estas características.

Como Mancor, son muchos los municipios pequeños que tenían dificultades económicas para destinar sus recursos al control de los gatos asilvestrados por lo que en la mayoría de los casos, el control de las colonias felinas quedaba en manos de grupos de voluntarios.

«Creemos que cada vez más hay una mayoría de la población que demanda un control de natalidad», dice Maxi Lange, de Baldea. «Es necesario hacer las castraciones in situ para reducir a corto o medio plazo la población de gatos asilvestrados y evidentemente también, modificar las ordenanzas municipales para que los gatos domésticos que salgan al exterior también estén castrados», añade.

El Ajuntament de Calvià ha sido uno de los pioneros al cambiar sus ordenanzas para prohibir que las mascotas sin identificar y los gatos sin castrar salgan a la calle.

Precisamente Calvià es el que más dinero recibirá ahora, concretamente 14.088 euros. «Tenemos muchos núcleos de población y era un gran problema por lo que en 2017 ya hicimos un estudio para identificar colonias felinas y un convenio con Baldea para campañas de control de población», explica la regidora Paquita Muñoz.