En la cuarta estación, en el encuentro entre Jesús y la Virgen, donde ocurrieron los hechos, se hizo una ofrenda floral y un minuto de silencio . | Gori Vicens

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El pueblo de Felanitx rindió este domingo un sentido homenaje a las 422 víctimas de la mayor catástrofe del municipio cuando se produjo el derrumbe de una pared anexa a la parroquia durante el paso de la procesión del Vía Crucis del día de Ramos.

Este domingo se cumplió el 175 aniversario de la tragedia de la Timba y se quiso rendir homenaje a todos aquellos antepasados que perdieron la vida en este suceso.

Centenares de personas se sumaron a un acto de conmemoración sencillo pero cargado de emotividad.

El Vía Crucis volvió a salir de la parroquia a las 17.00 horas haciendo una parada en cada uno de los doce misterios urbanos con el paso viviente acompañado de la Dolorosa de l’Enterrosall, la misma imagen que salió aquel fatídico día.

Ante la cuarta estación, donde se produjeron los hechos, hubo una parada especial. Se hizo un minuto de silencio y la comisión de cofradías de Semana Santa hizo una ofrenda florar (que representaba el cáliz del escudo de Felanitx) en memoria de las víctimas. Se depositó junto a la lápida que recuerda los hechos.

Una gran lona negra colocada en la actual timba detalla los datos que se han podido recopilar de cada una de las 422 víctimas.

El Vía Crucis fue seguido por un numeroso público. Una vez finalizado tuvo lugar la presentación del libro ‘31 de març’ de Carme Pino y Paco Sánchez que indaga en esta tragedia. En este ejemplar hay varias fuentes bibliográficas entre las de Bartomeu Mestre, persona que vivió en primera persona la tragedia. En 1884 la ciudad tenía 10.000 habitantes y murieron en una tarde 400 personas.