El obispo se trasladó a Lluc el jueves para comer con los misioneros, muy afectados por la noticia de su marcha. | Lola Olmo

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El obispo Sebastià Taltavull se reunirá el lunes con los trabajadores del Santuario de Lluc con el objetivo de tranquilizar y garantizar el empleo y la continuidad de la comunidad a los 46 empleados de los establecimientos comerciales, de restauración y hospedería, así como a los viente profesores de la Escolania.

La parroquia de Nostra Senyora de Lluc y de Sant Pere de Escorca explota de forma directa la mayor parte de los negocios que existen en Lluc. Éste es el nombre fiscal del Santuario y, de hecho, gestiona de manera directa la hospedería, el restaurante Sa Fonda –situado dentro del edificio central–, la tienda de recuerdos, conocida como ses Mides, y la panadería. Está previsto que todos los servicios continúen como hasta ahora, pero en manos de nuevos administradores.

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El resto de negocios son explotados por terceros a modo de concesión o arrendamiento. Estos son la cafetería de la Plaça dels Pelegrins y los restaurantes exteriores, el de Sa Font Coberta y el de Ca s’Amitger. Asimismo, una empresa externa gestiona el aparcamiento desde que éste se puso de pago tras el cap de fibló de 2012. Esta empresa gestiona además la visita al Museo, incluida en el precio del tiquet de aparcamiento, de 5 € para extranjeros y 2 € para los residentes.

Hay además dos convenios, por los cuales el Ajuntament d’Escorca tiene allí la sede del Consistorio y la conselleria de Medi Ambient ocupa Ca s’Amitger como centro de interpretación de la Serra de Tramuntana. La noticia de la marcha de los Missioners dels Sagrats Cors del Santuario sigue siendo dolorosa en la comunidad de religiosos y trabajadores. El gerente del Santuario, Sebastià Sureda, reafirma la continuidad de la gestión.