Los sifones de Can Ramis cumplen cien años. | Curro Viera -

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El sifón es uno de los elementos de uso cotidiano que más nos puede contar sobre cómo ha evolucionado una sociedad a lo largo de más de un siglo.

Presente en todos los hogares, cada región tenía sus nombres propios en cuanto a fabricantes, de los que podíamos encontrar decenas en décadas como la de los 60, con el aumento de consumidores gracias a la llegada del turismo. Convertido ahora en objeto decorativo y de coleccionismo, pocos son los que reparan en su importancia como símbolo del progreso social y la evolución de las costumbres.

Can Ramis en Felanitx es uno de esos nombres propios dentro del mundo del sifón. En este 1919 cumple 100 años y para celebrarlo, su gerente, Joan Obrador Julià, desgranó toda la historia del sector, así como la de su familia en un acto en la antigua fábrica que congregó este domingo a más de 120 personas.

Historia

Joan Obrador Ramis fundó esta firma de sifones en 1919. El producto ya llevaba comercializándose desde el siglo anterior, con origen en la ciudad de Seltz, de la que tomó inicialmente su nombre. El proceso era laborioso y lento. El polvo de arenisca y el salfumán al reaccionar producían dióxido de carbono, que después de purificarse era mezclado con el agua a presión. La producción era escasa y tediosa, llegando Obrador a contratar a un ciego para una de las etapas del proceso, que implicaba dar vueltas a una manivela durante horas. El ciego era el único capaz de desempeñar este trabajo sin llegar al mareo.
Por aquel entonces el aumento de productores obligó a rotular con su nombre los envases hasta entonces genéricos y con ello surgieron las marcas como tal.

Evolución

Con la popularización de esta bebida comenzaron a aparecer decenas de fabricantes y a finales de los 50 en Baleares la cifra de estos llegaba hasta los casi 70. Ramis comercializaba también gaseosas a base de jarabe en los sabores más comunes, pero también bebidas de invención propia como Topacio. Se viven años que podrían llamarse la década dorada del sifón. Los camiones sustituyen a los carros en los repartos, que cada vez llevan más productos externos, refrescos y bebidas de otras marcas que el consumidor reclama. Con el aumento de estas y el descenso en el consumo de sifón, Can Ramis no tiene más remedio que centrarse en la distribución y disminuir la producción de lo que en principio fue su razón de ser, el sifón.

Joan Obrador se define como nieto, hijo y padre de sifoner y relata con entusiasmo las mil y una anécdotas que se han transmitido generación tras generación y que tienen al sifón como centro de una forma de vida con un ritmo distinto.