Los daños tras la riada de Sant Llorenç fueron cuantiosos. | Alejandro Sepúlveda

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Sant Llorenç prohibirá construir en las zonas del torrente afectadas por las inundaciones. Esta medida se ha tomado tras la catástrofe natural ocurrida el pasado día 9 de octubre en la que murieron 13 personas, y tiene como el objetivo de garantizar la seguridad de los bienes y de las personas.

El Ajuntament aprobó, en el ultimo pleno y por unanimidad de todos los grupos que integran el Consistorio, la suspensión cautelar, durante un año, de las licencias urbanísticas en las calles afectadas por la torrentada, tanto en el pueblo de Sant Llorenç como en Son Carrió y s’Illot. Se trata de una veintena de vías en las que no se autorizará ningún proyecto urbanístico en este periodo de tiempo.

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Esta es una medida cautelar mientras se está tramitando la modificación puntual de las normas subsidiarias. El cambio de normativa obliga a esta suspensión. Ello supone que no se autorizará ningún proyecto urbanístico nuevo, y se hará con el objetivo, según explicó el alcalde, Mateu Puigrós, «de evitar posibles edificaciones, que una vez modificadas las normas, quedaran fuera de ordenación».

El Ajuntament ha ordenado a un equipo de arquitectos, ingenieros y geógrafos diversos estudios e informes que ayuden a la redacción de las nuevas normas subsidiarias y que éstas, tengan como objetivo «diseñar una modificación que garantice que fenómenos naturales como el ocurrido el pasado día 9 de octubre tengan la menor incidencia posible en los núcleos urbanos, tanto para las personas como para los inmuebles donde se vive y donde se hacen actividades».

Esta suspensión cautelar delimita dos zonas. En una de las zonas no se autorizará ningún tipo de actuación de restitución o de nuevos cierres de parcela. Según explican desde el Ajuntament, solo serán autorizables si el cierre cumple las distancias de protección de la normativa hidráulica, obras de consolidación o nuevos cierres permeables tipo reja metálica o bien que quede acreditado técnicamente que no supondrá impedimento para la libre circulación de las corrientes de agua. Tampoco se permitirá ningún tipo de intervención que modifique los usos y aprovechamiento autorizados y consolidados en las edificaciones preexistentes. Por otra parte, en la otra zona no se autorizará ningún tipo de intervención que modifique los usos y aprovechamiento autorizados y consolidados en las edificaciones preexistentes. Todos los grupos municipales han apoyado esta medida urbanística para minimizar los efectos de futuras inundaciones en estas zonas.