La ‘possessió’, con vistas al Port de Sóller, cuenta con una ‘tafona’, una capilla, un coto de caza y una fuente.

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Bàlitx d’Amunt, una de las possessions más antiguas y con más historia del Valle de Sóller, que también se extiende por la franja el litoral en dirección a Escorca, cambia de manos. A finales de diciembre se apalabró la venta.

La finca ha sido adquirida por la sociedad española Fonorsa S.L. con la intención de potenciar sus condiciones agrícolas y ganaderas con el máximo respeto a su historia y al medioambiente.

De mediana extensión ante las grandes possessions, Bàlitx d’Amunt posee un gran valor agropecuario y forestal. Según los datos disponibles en el catastro, sus 273 hectáreas están ocupadas en su mayor parte por zonas de matorral mediterráneo (garriga), formación natural que ocupa una superficie de 172 hectáreas, más de la mitad del total. Le siguen los pinares maderables con 64 hectáreas, mientras que posee unas 14 hectáreas de olivar y poco más de tres de tierras de labor de secano. A todo ello se añaden 15 hectáreas de terrenos que son improductivos.

La possessió, que incluye un molino de aceite y un oratorio privado, fue reformada en los años 40 del siglo pasado. Tiene unos 1.500 metros cuadrados de superficie construida.

El montante de la operación no ha trascendido. La finca estaba en venta desde hace unos quince años.

Bàlitx posee un gran peso histórico. Era la alquería Baalichi de los árabes. La finca ya estaba documentada en 1311. En el siglo XVII estaba valorada en 7.000 libras mallorquinas, la segunda más ‘cara’ de la Serra porque su producción agrícola y ganadera debía de ser muy alta. Téngase en cuenta que por entonces la Dragonera estaba valorada en apenas 360 libras. Con el tiempo la possessió se parceló en tres.

Hoy existen tres fincas homónimas de Bàlitx: la d’Amunt, la d’Enmig y la d’Avall. Esta última, situada en el término de Fornalutx, sigue en manos de una familia originaria de Sóller. La colindante finca de Montcaire pertenece a Alberto Cortina.