El equipo de arqueólogos de Aranzadi trabajando en el pozo o osario del cementerio de Alaró. | Antoni Pol

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La búsqueda de los restos del exalcalde republicano de Mancor de la Vall y su hijo, Pau Crespí Villalonga y Nofre Crespí Riera, asesinados en verano del 1936, finalizó el viernes sin éxito.

El equipo de arqueólogos contratado por el Govern que lleva a cabo las exhumaciones de los represaliados de la guerra civil procedió a cerrar el viernes el pozo u osario donde se creía que yacían, sin encontrarlos, los despojos de las dos víctimas. Una empresa pavimentará ahora el área del camposanto que fue levantada para buscarlos y la dejará como antes de la intervención.

Ésta era la segunda fase de la búsqueda. En la primera se exploró una zona ubicada a la derecha de la capilla donde apareció, sin que se esperara, un osario. Ahora se ha buscado dentro del osario, pero únicamente han aparecido huesos desarticulados que, según los investigadores, se corresponderían a enterramientos ordinarios. ¿Se buscarán nuevamente? Dependerá de si aparecen nuevos pruebas o indicios que arrojen luz sobre el punto en el que padre e hijo fueron inhumados.

Fin en Santa Maria

Los arqueólogos han dado también por finalizada la búsqueda de Joan Alemany, asesinado por falangistas portolans y enterrado en el cementerio de Santa Maria. Allí los investigadores hallaron unos restos que se cree que podrían ser los de Alemany, pero hay dudas. En este sentido, los arqueólogos indicaron que el estudio antropológico y las pruebas de ADN determinarán si, efectivamente, se corresponden con los del exalcalde republicano.