Dos jóvenes intentan sacar su coche que se ha quedado atrapado en el interior de la rotonda. La situación se complica y los testigos no pueden evitar troncharse de risa.

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Se desconoce cómo llegaron a parar allí, pero sus intentos frustrados por salir de la rotonda del restaurante Es Cruce se convirtió en el entretenimiento de sobremesa para muchos, que observaban atónitos la estampa, muy a lo «¡Carlos, trata de arrancarlo!».

Les situamos. Dos jóvenes se encuentran en la rotonda de Vilafranca intentando liberar el coche, que ha quedado atascado sobre las piedras que cubren el interior de la rotonda. Lo prueban de todas las maneras. Primero el copiloto, luego el conductor. Luego los dos. No hay forma de sacarlo de allí, ni empujando con todas sus fuerzas el coche se mueve un centímetro.

Los testigos de la situación no pueden evitar troncharse de risa, sobre todo cuando el copiloto intenta hacerse con el control del momento, pero su sospechoso estado de embriaguez le impide controlar el equilibrio.