Imagen de los trabajos de excavación de la fosa común de Calvià. | Michel's

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Unas obras efectuadas en el cementerio de Calvià en los años 60 podrían haber arrasado la fosa común en la que, según investigaciones documentadas, estaban enterradas al menos 22 víctimas de la represión franquista durante la Guerra Civil.

Fuentes del Ajuntament de Calvià señalaron ayer que tras diez días de trabajos de excavación, los arqueólogos forenses de la sociedad Aranzadi han abierto –en el lugar donde debía estar la fosa común– tres líneas de enterramiento en las que, sin embargo, los cuerpos que se han encontrado en estas sepulturas nada tienen que ver con los de los fusilados. Se trata de sepulturas correspondientes a la popularmente conocida como fossa de terra del antiguo camposanto.

Los únicos indicios de los asesinados durante la guerra es un montón de huesos desplazados y amontonados hallados este miércoles en un extremo de la excavación. En ningún caso se trata de esqueletos enteros y ahora habrá que analizar de manera científica si algunos corresponden a los de las víctimas.

La manera en que ha hallado el montón de huesos refuerza la teoría de que, con las obras ejecutadas durante los años 60, la fosa fuera arrasada y los cuerpos desplazados construir nuevas tumbas.