En la vía no existe ninguna separación entre el carril para bicicletas y la carretera. | Elena Ballestero

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El Consell de Mallorca instalará barreras de madera, que estarán reforzadas con hierro, para separar el carril bici de la carretera que une Alcúdia con el Port de Pollença.

Así lo explicó este lunes la consellera de Territori del Consell, Mercedes Garrido, que indicó que la medida está ahora en fase de redacción del proyecto para sacarlo a licitación, por lo que la actuación se llevará a cabo durante los meses del próximo invierno.

La instalación de estas barreras también se realizará en la carretera del litoral de sa Ràpita, aunque en esta vía Garrido indicó que «en breve se instalarán barreras del modelo new jersey». Se trata de unas vallas de seguridad, generalmente de hormigón o de plástico que se llenan de agua, que servirán para separar el tráfico de coches del de bicicletas o de los peatones. «Aunque no es la medida más idónea estéticamente, es una solución mientras se tramita la colocación de las barreras de madera», según Garrido.

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En los dos casos, tanto en la carretera que une Alcúdia con el Port de Pollença como la de sa Ràpita, los ciclistas circulan por una parte del arcén que se diferencia del resto de la calzada por el color y se delimita por una línea continua. En ninguno de los dos casos existe una separación física para los carriles del tráfico rodado y las bicicletas, lo que supone un peligro para los ciclistas.

De hecho, la puesta en marcha de estas medidas en sa Ràpita se produce tres semanas después del atropello mortal de una adolescente. Las medidas irán acompañadas de una reducción de la velocidad en la vía, que pasará de ser de 50 a 40 kilómetros por hora.

Otra carretera en que se ha reclamado la instalación de vallas para separar la vía del carril bici es la que enlaza Platja de Muro y Can Picafort, dos zonas turísticas de la bahía de Alcúdia donde abundan los cicloturistas. Lo solicitó la dirección del Parque Natural de s’Albufera después de ceder una parte de zona protegida para hacer el carril bici, que finalmente no se hará porque, al parecer, nadie está dispuesto a financiar el coste de vallar el tramo de vía.