El molino de extracción de agua de Son Gallard, en el Pla de Sant Jordi.

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Además de la distribución de subvenciones, está el trabajo que realiza el departamento de Cultura, Patrimoni i Esports del Consell de Mallorca para la salvaguarda, restauración y mantenimiento del patrimonio histórico industrial. Así, el programa de restauración para el período 2017-2020, aprobado definitivamente estos días, prevé la rehabilitación de doce elementos inmuebles y tres elementos muebles.

Aina Serrano, responsable de la unidad de Patrimoni Historicoindustrial del Consell, señala que de las 42 solicitudes presentadas de toda Mallorca se han elegido las quince definitivas siguiendo «los criterios que tenemos establecidos. Valoramos unos determinados puntos; la antigüedad, si se trata de un elemento declarado Bien de Interés Cultural (BIC), su singularidad u otros aspectos como la ubicación». Además, se ha establecido este número de elementos patrimoniales «ya que calculamos que es lo que podrá afrontar el taller de restauración y la brigada de Patrimoni del Consell durante este período».

Los doce inmuebles elegidos por la comisión técnica han sido: los molinos hidráulicos de Galatzó, del Ajuntament de Calvià, y de Cala Banyalbufar, también del Ajuntament; la noria (sínia) de can Fasser, del Ajuntament de Andratx; las salinas de sa Vall en la Colònia de Sant Jordi, y de propiedad particular; el molino de viento harinero den Ferrando, del Ajuntament de Montuïri; los molinos de extracción de agua de ses Mosqueres, es Caragol y Son Gallard de Sant Jordi, el de s’Hort des Capità de Sencelles, y el de Can Clar de es Llombards, Santanyí; la almazara, (tafona) de Ca ses Mariaines, de Caimari, y finalmente elementos muebles como un carro de carne del Ajuntament d’Alaró; una máquina del Museu de la Sabata de Inca y herramientas de la colección etnológica del Ajuntament de Llucmajor.