Nicolau Canyelles, Mercedes Garrido y Andreu Isern muestran el proyecto del enlace. | Redacción Part Forana

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Los ayuntamientos de Santa Maria y Consell planean restringir a partir del 2020 el tráfico de vehículos pesados por la carretera vieja de Inca una vez entre en funcionamiento el nuevo enlace directo que conectará sus polígonos industriales con la autopista.

La consellera de Territori, Mercedes Garrido, presentó ayer en Consell (acompañada de los alcaldes Andreu Isern y Nicolau Canyelles) el proyecto de construcción de la nueva conexión, que aprovecha un puente ya existente sobre la autopista en el linde de los dos términos municipales. El Camí del Terme se ampliará entre el puente y la carretera vieja de Inca hasta tener una amplitud de 3,5 metros por carril y arcenes de un metro de ancho.

A cada lado del puente se construirá una rotonda en superficie que permitirá acceder a la autopista en cualquiera de los dos sentidos, bien hacia Alcúdia o hacia Palma.

Una tercera rotonda conectará el Camí del Terme con la carretera vieja de Inca, de modo que girando hacia la izquierda los camiones accederán al polígono de Son Llaüt y girando a la derecha al de Consell.

La consellera Mercedes Garrido explicó ayer que el proyecto está a punto de salir a licitación y se prevé que la adjudicación de la obra se formalice antes de finalizar 2018 con la idea de comenzar las obras a principios de 2019. Los trabajos tienen un plazo de ejecución previsto de 11 meses y están presupuestados en 4.572.266,33 euros.

Tanto el alcalde de Santa Maria, Nicolau Canyelles, como el de Consell, Andreu Isern, explicaron ayer los problemas de seguridad y molestias que sufren sus vecinos por la elevada densidad de tráfico de camiones que ahora atraviesan sus núcleos para llegar a los polígonos industriales. El de Consell es el más perjudicado por tratarse además de un núcleo de población que queda completamente dividido en dos por la carretera vieja.

El proyecto de construcción del nuevo enlace ha tenido que adaptarse a las exigencias de la Comissió Balear de Medi Ambient, reticente en un inicio por el impacto visual y lumínico de la nueva infraestructura viaria. La consellera de Territori, Mercedes Garrido, se refirió ayer a este«obstáculo» mientras bromeaba sobre el deseo frustrado del alcalde Andreu Isern de que las obras de este enlace se adelantaran a las de Lloseta. Y es que el del Camí del Terme no será el único acceso nuevo que el Consell de Mallorca cree en lo que queda de legislatura en la autopista de Inca. Precisamente la próxima semana comenzarán las obras de construcción del nuevo acceso directo a Lloseta, que evitará también que los camiones que se dirigen a la cementera tengan que atravesar Binissalem o bien llegar hasta Inca.

Este nuevo enlace estará situado a la altura del Foro de Mallorca y responde a una reivindicación histórica de los ayuntamientos.