Las carreteras de la Serra de Tramuntana, especialmente las de Escorca, se colapsan cuando nieva. Los vehículos aparcan mal, ocupando a menudo parte de la calzada, lo que provoca largas colas. | J. Lladó

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El Ajuntament de Escorca advierte del caos circulatorio y el descontrol que se registra en la Serra de Tramuntana cuando nieva y propone que se redacte un protocolo para gestionar este alud de visitantes.

El alcalde Antoni Solivellas explicó que enviará una carta a la Direcció General d’Emergències exponiendo la situación e instando a elaborar un plan de actuación en este sentido. «Las carreteras se saturan de coches que no saben dónde estacionar. Las máquinas quitanieves amontonan la nieve en los escasos recodos que hay en las carreteras y los vehículos no tienen donde pararse. El resultado suele ser un caos, con coches parados en medio de la vía y larguísimas colas», advierte Solivellas.

El alcalde añade que los visitantes ignoran a menudo las señales dispuestas para ordenar el tráfico con motivo del temporal, de manera que la gente se mete por todos lados. «Las carreteras no son de competencia municipal, pero el descontrol está en todas partes. Quitan las señales y las vuelven a colocar al haber pasado. Con uno o dos agentes, el servicio de Policía Local es insuficiente. Creemos que la solución pasa por un protocolo y poner más vigilancia», considera Solivellas.

El alcalde añade que hay propietarios que se han quejado de los daños que algunos visitantes producen en sus fincas. «Con tal de acceder a la nieve, la gente raja las rejillas o los vallados, otras veces aparcan ante el portal de acceso a la propiedad».

El último fin de semana se vivió una nueva aglomeración en las carreteras de la Serra después de la nevada del viernes y el sábado.