Imagen de archivo de uno de los tanques de Son Puça con agua y sólidos en tratamiento. | Redacción Part Forana

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La Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua) ha iniciado una serie de pruebas en el proceso de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Son Puça dirigidas a intentar que esta instalación deje de emitir malos olores o, al menos, de que esta molesta consecuencia de la falta de capacidad de la depuradora se vea notablemente aminorada.

Se da la circunstancia de que en esta época del año, coincidiendo con el período de máxima actividad de las almazaras, suelen aumentar notablemente los malos olores debido a que los alpechines, o residuos procedentes de la fabricación del aceite de oliva, llegan en mucha cantidad a esta instalación.

El concejal de Medio Ambiente, Josep Ll. Puig, ha informado de que la empresa encargada del mantenimiento de la depuradora lleva experimentando durante las últimas semanas con una bacteria que acelera el proceso microbiológico de los residuos y consigue que no se desprendan olores tan fuertes. Según Puig, «desde Abaqua se ha asegurado que todavía deberán pasar unos días para saber si el procedimiento ha tenido éxito». Los malos olores de Son Puça son motivo de recurrentes quejas ante el Ajuntament, especialmente por parte de los vecinos de la barriada de l’Horta.