La mayor parte de las ‘okupaciones’ se dan en chalets unifamiliares de zonas residenciales de Marratxí. | Antoni Martín

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Cansancio, hartazgo y desesperación es lo que sienten los vecinos de Marratxí que residen junto a viviendas que han sido okupadas. Sufren constantes molestias en un incesante trasiego que se repite en muchos de los inmuebles afectados.

En la calle Germà Rafel de sa Cabana junto a dos inmuebles que se encuentran ocupados reside una vecina que lleva soportando las molestias desde hace tiempo, pero ha optado por encerrarse en su casa sin querer saber nada cuando el ruido que ocasionan los okupas es molesto. En estos dos inmuebles, los okupas conectaron la corriente al alumbrado público y tuvo que intervenir la Policía Local para que se desconectaran. El concejal de Seguretat Ciutadana, Antoni Mangiova (Som-Guanyem), asegura que siempre se acude a la llamada de los vecinos y que algunos de ellos les han manifestado su agradecimiento, aunque insiste en la ausencia de herramientas para poder acabar con el problema.

MARRATXI- Habitatges okupats. Pont d'Inca. Carrer Can Moragues.

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Los vecinos de otro inmueble okupado, en este caso en la zona de Cas Miot, en la calle Sicilia, indican que al parecer se trata de rumanos y que se montan sus buenas fiestas. «Viven muy bien, con sus teléfonos móviles, incluso han llenado la piscina», añadía una vecina. Fuentes de la policía de Marratxí indican que muchos de los okupas de chalets tienen perros grandes que les vigilan su ?propiedad?, e incluso se ha dado el caso de que en uno de estos, los canes destrozaron la valla que separa los dos inmuebles.

En estos momentos, el Consistorio tiene contabilizados unos 25 inmuebles okupados en el término municipal y, principalmente se trata de una mafia que los invade con la intención de realquilarlos. El Ajuntament ya tiene redactada la carta que remitirá a Delegación del Gobierno para solicitar al Ejecutivo central medidas contundentes para atajar un problema que preocupa cada vez más a los vecinos.