Miles de personas participan de esta fiesta multitudinaria. | M. À. Cañellas

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Cuentan que la Mucada nació hace catorce años de forma casi anecdótica tras el ?robo? de la careta del Dimoni de Vilafranca durante su tradicional revetla. La careta reapareció en una comida de jóvenes de Sineu que, durante horas, la pasearon por el pueblo hasta que un xeremier vilafranquer la devolvió a su lugar de origen donde ya la daban por perdida.

Afirman que aquellos los jóvenes quisieron repetir la fiesta un año después, pero esta vez con un caparrot propio y que alguien sugirió rescatar la leyenda del Puig de Reig. Este cuento dice que entre Sineu y Sant Joan se alza una peñasco en cuyo interior se esconde un tesoro y que, para encontrarlo, a las doce de la noche hay que dar tres vueltas al monte con un trago de aceite de oliva dentro de la boca. Completadas las tres vueltas saldrá un toro de dentro de la cueva que servirá de guía hacia el tesoro.

Entender como aquella ?frikada? inicial fue cobrando forma e incorporó nuevos elementos propios de las fiestas más tradicionales para transformarlas en una parodia de diversión pura hasta convertirse en un referente de las neofiestas del verano, escapa al entendimiento de cualquier organizador oficial de eventos. Pero de eso se trata, de romper con todo lo escrito.

La Mucada volvió este lunes a romper todos los récords con más de 10.000 personas formando una marea rosa ya imparable. Pere Joan Jaume Camps y Aina Maria Galmés repitieron en el papel del Muc y la Muca, y Sebastià Riera (la Mulassa de Manacor) ejerció de pregonero bajo un disfraz del Monstre Bu de Bola de Drac, un monstruo rosa, como no podía ser de otra manera, en una fiesta con marcados guiños al lejano y cercano oriente.

Much de Reig

Hay que recordar que la fiesta se autofinancia con la venta de merchandising y la prueba de su éxito (lejos de morir víctima de la masificación como otras, la fiesta conserva su esencia y sigue creciendo) es que el dinero recaudado no solo basta para cubrir gastos sino que cada año sobra para destinarlo a un fin solidario. Esta vez a Amics del Poble Sahrauí, Fundació Nazaret y los Servicios Sociales de Sineu.

Extinguida la marea rosa, Sineu recuperará este martes sus fiestas más tradicionales con las Corregudes des Cós.