Las campanas de Algaida fueron restauradas en el año 2003. | Guillem Picó

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El pasado lunes un grupo de vecinos de Algaida e incluso la Polícia Local del pueblo se asustaron. No sabían que pasaba, las campanas de la parroquia de Sant Pere i Sant Pau sonaban de manera muy fuerte y como un toque de alarma, a fuego, señalaban algunos vecinos.

Nadie sabía que se trataba del toque festivo, en reconocimiento al nombramiento del sacerdote mallorquín Antoni Vadell como nuevo obispo auxiliar de Barcelona.

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Ha sido el digital local Essaig.cat el que dio a conocer el revuelo sucedido en Algaida en la mañana del lunes. La revista señala que el rector había encomendado a una persona externa a la parroquia que hiciera sonar las campanas. «Pero la fuerte intensidad con que repicaron hizo que se personaran en la iglesia de Algaida efectivos de la Policía Local para saber qué pasaba». Desde el Ajuntament, prosigue la revista, estaban preocupados por saber el motivo de este repique y ya habían avisado al 112 para comprobar que no hubiera fuego. A preguntas de los agentes, «el encargado del repique se encaró con ellos, les hizo bajar del campanario y señaló que obedecía al Obispado y no tenía porque comunicar nada al Ajuntament ni a nadie. También aparecieron efectivos de la Guardia Civil para saber el motivo de tanto alboroto», señala. Algunos de los presentes en la plaza de Algaida, en la que se llegó a congregar un buen número de vecinos, apunta que no se trataba en ningún caso de un repique festivo.

La revista digital algaidina señala que «desde la parroquia lamentan el toque de campanas con esta intensidad haya alertado a la población pero seguían ordenes del Obispado».