Cientos de jóvenes hicieron fiesta en Muro el Lunes de Pascua. | Maria Nadal

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El Ajuntament de Muro podría no cobrar todas las multas que la Policía Local impuso en la fiesta posterior al pancaritat de Sant Vicenç, el Lunes de Pascua. En el pleno celebrado este jueves, dirigentes del gobierno municipal admitieron que, en el supuesto de que los denunciados por beber alcohol en la vía publica aleguen que no era alcohol sino un refresco u otra bebida, es muy posible que la recusación se tenga que estimar y, en consecuencia, se declare nulo el procedimiento administrativo.

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La multitudinaria fiesta posterior a Sant Vicenç centró buena parte del debate del pleno celebrado el jueves. Se evidenció que oposición y gobierno discrepan acerca del éxito del dispositivo que el Consistorio previo para evitar el botellón y el incivismo. En un momento del debate, el portavoz de la UiM, Rafel Gelabert, preguntó si el Consistorio podría cobrar las sanciones impuestas por beber en la calle, de acuerdo con lo previsto en la ordenanza. Fue entonces cuando el gobierno admitió que quizás no, que los agentes no recogieron pruebas de que efectivamente los denunciados bebían alcohol en la calle y no otra bebida. Gelabert recuerda que el Ajuntament ha estimado ocasionalmente reclamaciones de personas denunciadas anteriormente que alegaban no beber alcohol en la calle sino un refresco.

Según informó el regidor de Fiestas, José Juan Aguiló, la Policía Local denunció a 174 jóvenes «por botellón» el Lunes de Pascua. Aguiló valoró positivamente el dispositivo de control que previó el Consistorio, y recalcó que el centro de salud atendió únicamente 3 intoxicaciones etílicas frente a las 30 registradas hace 3 años.
Los regidores de la oposición (UiM, PSOE y Més), sin embargo, valoraron que el dispositivo (no los agentes de policía) había fallado porque no evitó ni botellón ni molestias a los vecinos.