Coincidiendo con el centenario de las primeras excavaciones realizadas en el poblado talayótico de Capocorb Vell, en Llucmajor, el Ajuntament impulsa la revitalización de todo el conjunto prehistórico como valor cultural, patrimonial y turístico para el municipio.
La intención del Consistorio no es otra que firmar, en primer lugar, un convenio con la propiedad del recinto para relanzar la gestión del conjunto. Como señala la regidora de Turisme, Lucía Escribano, «se trata de un proyecto muy ambicioso. Lo queremos iniciar este año coincidiendo con el centenario de las excavaciones. Se trata de uno de los poblados talayóticos más grandes del Mediterráneo, y lleva muchos años sin claros proyectos de impulso».
Hace unas semanas, representantes del Ajuntament y el Consell visitaron las instalaciones para conocer el estado actual del conjunto. En el proyecto previsto existen tres primeras fases que serían las de restauración, señalización y musealización. «Más adelante –según comenta Escribano– se podría hablar de la habilitación de un centro de interpretación de todo el conjunto, ubicado allí mismo».
En la actualidad el conjunto es controlado por la propiedad con el cobro de una pequeña entrada de dos euros. Además, la misma propiedad cuenta con un bar en el acceso al recinto.
Centenario
En 1917 el poblado fue excavado parcialmente por el Institut d’Estudis Catalans bajo la dirección del arqueólogo Josep Colominas. Este también fue uno de los principales impulsores del Museu d’Arqueologia de Catalunya, ubicado en Barcelona. Es por ello que la mayoría de piezas se hallan en este centro. Así, en el marco de este centenario, la intención del Ajuntament de Llucmajor es también instalar una gran exposición en la ciudad para conocer la historia de este recinto y poder ver las piezas existentes que están depositadas en Barcelona.
«Capocorb es una maravilla que tenemos en nuestro municipio y que debemos poner en valor. Tenemos el compromiso de rescatar esta joya arqueológica», señala Escribano.
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La aristocrática família àrab propietaria de la finca ben segur que acceptaria una donació al poble de Mallorca d'aquest indret emblamàtic que merèix ésser de tothom