Los senderistas ya han llegado a los hoteles y se quedan sorprendidos por el estado que presenta la playa d’En Repic. | Lluc Garcia

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Los hoteleros de Sóller se han quejado ante el Ajuntament del estado de abandono que presentan las playas, y en especial la Platja d’En Repic y el paseo peatonal que lo bordea, cuando en la localidad la temporada turística ya se ha iniciado con la presencia de numerosos senderistas y la afluencia de visitantes que diariamente llegan con el tren.

El temporal de esta semana ha causado daños y ha dejado en estado lamentable el paso de la playa. Pero los hoteleros creen que las cañas, procedentes del torrente, que se acumulan por toneladas a lo largo de casi un kilómetro de litoral «ya deberían de haberse retirado hace tiempo ya que llegaron al mar con la crecida de finales de diciembre».

El hecho es que los turistas que estos días pasean por el Port quedan muy sorprendidos de ver el estado del paseo y de los balnearios. Además, la zona más castigada en esta ocasión ha sido la de Can Repic mientras que la del Través presenta un aspecto menos deplorable.

Temporal

El concejal de Infraestructuras, Andreu Castanyer, responsable también del área de limpieza urbana recuerda que «se acaba de producir un temporal importante y estamos en pleno invierno por lo que es normal que en las playas se acumulen restos». Aún así asegura que en el paseo «se ha retirado la arena acumulada así como los restos de palmeras y cañas, destinando a ello además de la brigada municipal personal del servicio de limpieza de Sóller 2010».

Desde la Asociación hotelera se entiende que «el mal tiempo de esta semana ha empeorado la situación pero las cañas se podrían haber eliminado mucho antes».

Los hoteleros recuerdan que en el Valle «ha abierto casi el 50 por ciento de la planta hotelera y no podemos mostrar este estado de abandono a los visitantes».

También desde la oposición Proposta per les Illes y el Partido Popular llevan tiempo reclamando un mejor mantenimiento de las playas durante la temporada baja y una más rápida y eficiente capacidad de reacción frente a situaciones puntuales provocadas por el mal tiempo.