En la capital del Raiguer, el rector de la Unitat de la Mare de Déu de Inca, Antoni Vadell, bendijo a todos los animales que desfilaron por la Gran Vía Colon. Hubo rebaños de ovejas, caballos y varios carros en uno de los cuales se pudo ver al alcalde Virgilio Moreno. | Maria Nadal

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El día de Sant Antoni aún no ha llegado, pero muchos pueblos ya han bendecido a sus animales. Durante el sábado y sobre todo el domingo fueron muchos los municipios que adelantaron la tradicional fiesta de las Beneïdes. Las Beneïdes es una antigua tradición que hoy sigue siendo muy actual. Sóller, Andratx, Santanyí, Inca, Binissalem, Lloseta o Fornalutx se adelantaron a la festividad del patrón de los animales.

En la capital del Raiguer las Beneïdes fueron rápidas. En la Gran Vía Colón desfilaron por delante del rector de la Unitat Pastoral de la Mare de Déu de Inca, Antoni Vadell, un gran número de animales como perros, caballos, diferentes carros e incluso ovejas.

En Sóller la celebración se inició a las tres y media de la tarde y hubo muchos menos participantes que en años anteriores, quizás por el frío reinante. La comitiva salió de la plaza de España para recorrer la avenida Jeroni Estades y recibir el agua bendita a la altura de Es Planet.

En el municipio de Santanyí también se celebraron las tradicionales Beneïdes con la participación de las carrozas evocando temas rurales o de la payesía.

En Andratx el frío no deslució el desfile de los participantes. A las 10 horas tuvo lugar la concentración con los dimonis, carrozas y muchos jinetes.

En otros municipios como Lloseta, Binissalem o LLubí la participación fue muy elevada a pesar de las bajas temperaturas. La diversión también tuvo su espacio.