La nueva imagen que presenta la fachada de Sa Plaça. | Redacción Digital

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El paso de los años y la creación de grandes superficies comerciales están marchitando el proceso tradicional de compra y venta de productos. Dadas las facilidades de compra que ofrecen los supermercados, los clientes ya no acuden a los mercados tradicionales, ni se molestan en apreciar los productos denominados ‘km. 0’ que las conocidas como placeres cultivan y venden.

«El Ajuntament de Manacor debería invertir en hacer arreglos en la plaza y sus alrededores, porque las medidas que hasta ahora se han tomado no son suficientes», cuenta María Santandreu, placera con más de 12 años de experiencia. «Antes aquí se respiraba otro ambiente», afirma. En estos últimos tiempos, ningún comerciante ha inaugurado un establecimiento fijo en la plaza, por lo que se abren y se cierran puestos constantemente. «Esto es debido al proceso que hay que seguir por parte del Ajuntament. El primer paso es solicitar una plaza, esta petición va a concurso hasta que se selecciona finalmente una propuesta», explica Santandreu. Las reuniones entre placeres y miembros del Ajuntament se celebran de forma asidua para tratar diversidad de temas. «En estas reuniones, manifiestan que no reciben propuestas por parte de los comerciantes, pero eso no es así», aclara.

Desde el pasado 1 de octubre se celebra en las inmediaciones de la ahora denominada ‘Sa Plaça’ una iniciativa del Ajuntament. Se trata del ‘Vermutejant’, propuesta que engloba a aquellos restauradores del municipio que quieren que la gente se acerque a la plaza. Con ello se pretende potenciar la imagen de Manacor como referente gastronómico. «El ‘Vermutejant’ ha tenido éxito porque la gente tiene la posibilidad de salir de lo cotidiano, pero esto no solventa la situación en la que está envuelta el mercado. Además, finaliza el próximo 17 de diciembre y no esperamos más medidas por parte del Ajuntament», declara María Santandreu.

Revitalización

Las placeres, como grupo de trabajo, han decidido llevar a cabo algunas medidas para revitalizar el comercio después de Navidad y Sant Antoni. Aún así, son conscientes de que no será suficiente para modificar la situación. «Pronto se jubilarán los comerciantes más mayores, por lo que muchos de los puestos quedarán cerrados. Aún estamos esperando que la pescadería vuelva a abrir sus puertas junto a otras que están cerradas desde hace más de dos años», manifiesta.

El problema de los aparcamientos es uno de los aspectos que se quieren remarcar. «Los propios comerciantes ocupan las zonas de estacionamiento que hay alrededor de la plaza durante todo el día por lo que los clientes no pueden acceder hasta aquí con sus vehículos. De vez en cuando interviene la Policía Municipal pero no plantea ninguna solución», explica Santandreu. «Si no fuese porque es mi trabajo, me iría sin pensarlo, ya que estar aquí también supone gastos», añade.

Por otro lado, María Gomila, placera que comercia desde hace más de 50 años, cuenta que hay ciertos días en los que encuentra más gente en los alrededores, pero nunca está la plaza repleta. «Eran otros tiempos», remarca. El puesto de María Gomila es uno de los únicos que subsisten con la venta de productos de cultivo propio, de la tierra, de casa. «No hay nuevos puestos, por lo que la plaza se acaba», declara.

«La fiesta de los sábados no ha afectado en absoluto a mis ventas, para mí es un día igual que otro cualquiera. Los clientes de toda la vida continúan comprando aquí, pero es una minoría que no realza el ambiente comercial que ‘Sa Plaça’ tenía años atrás», explica Gomila. En las inmediaciones, se respira un ambiente envuelto por la preocupación de los vendedores que ven peligrar el futuro del comercio tradicional, por ello solicitan el apoyo del Ajuntament y de los vecinos para que este punto del centro de Manacor no decaiga. «Mientras haya súper, no habrá plaza», determina María Gomila.