Las calles del centro de Porreres son estrechas y provocan situaciones incómodas entre vehículos y también con los peatones. | Gori Vicens

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El pueblo de Porreres cuenta en el casco antiguo, principalmente, con calles estrechas, irregulares, aceras que también son muy estrechas e incluso inexistentes que tienen que compartir espacio con peatones y con los numerosos vehículos que ahora circulan; provocando situaciones incómodas para automovilistas y vecinos. Para intentar dar solución a esta problemática se ha creado una comisión de circulación, formada por profesionales, que está elaborando un plan de movilidad.

«Antes solventábamos una calle pero desbaratábamos dos porque las medidas que íbamos poniendo no eran correctas», explica la alcaldesa Xisca Mora. La comisión técnica recoge también las opiniones y peticiones de los vecinos las estudian y se decide si son factibles o no su puesta en marcha.

Diagnóstico

En estos momentos se está terminando el diagnóstico y «pronto podremos presentar a todos los vecinos el plan con las actuaciones que se llevaran a cabo», comenta Mora.

De hecho, ya se ha empezado en algunas calles a tomar medidas como establecer alternancias del estacionamiento quincenalmente o bien dar un único sentido de circulación a la vía. «Pequeñas actuaciones que nos han ido aportando vecinos o comerciantes», explica la alcaldesa.

Otra de las propuestas que se está estudiando seriamente consiste en crear zonas de aparcamientos en diferentes puntos, con el objetivo de esponjar las calles de coches aparcados. Así se aprovecharían solares vacíos en desuso, mediante alquiler o con opción de compra en primera instancia para poder evaluar su efectividad.
Todo ello irá acompañado de una campaña para concienciar sobre el uso de bicicletas o ir a pie por el centro del pueblo.