Encuentro de la consellera Garrido con padres de alumnos, vecinos y representantes del Ajuntament. | Redacción Digital

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Alejar el cable de alta tensión del casco urbano del Port de Alcúdia costará 1.800.000 euros, una cifra muy alejada de los tres millones de euros en que se cifraba inicialmente.

Representantes de la plataforma contra el cable eléctrico y del Ajuntament de Alcúdia se reunieron la semana pasada con la consellera insular de Territori, Mercedes Garrido, para analizar una salida económica a la actual situación. El principal problema radica ahora en buscar una solución técnica que permita repartir a partes iguales entre Ajuntament, Consell y Govern el coste económico del modificado. No resultará fácil.

Así lo explicó el alcalde de Alcúdia, Antoni Mir, a la espera de reunirse con la presidenta del Govern de les Illes Balears, Francina Armengol. El alcalde explica que «técnicamente el cambio de trazado lo debe pedir el Govern porque la administración competente es la Direcció general d’Indústria».

El alcalde teme que Intervención pueda encontrar problemas técnicos a la hora de hacer efectivos los pagos de las tres partes. «Parece que no se puede hacer a través de una subvención y que es complicado hacerlo mediante un convenio», dice Mir.

El pesimismo del alcalde, pese al compromiso político de todas las partes, contrasta con el optimismo de la plataforma, satisfecha con el cambio de trazado previsto y que confía en que los técnicos encontrarán una solución. Así lo explicó ayer la portavoz de la plataforma, Fina Sintes, que mostró su satisfacción. Las obras están paralizadas desde junio de 2015.

Circunvalación

Las administraciones han debatido durante más de un año con Red Eléctrica y la plataforma contra el cable un trazado alternativo para el cable eléctrico que satisfaga a todas las partes.

La opción finalmente elegida consiste en salvar las dos escuelas públicas y la escuela infantil y aprovechar buena parte de la circunvalación para alejar la infraestructura del núcleo urbano. El cambio precisa deshacer parte de la instalación que ya se ejecutó en la calle Teodor Canet.