Durante estos años de litigio la propiedad y la empresa petrolera Repsol han reclamado la suspensión del decreto de cierre dictado por el Ajuntament de Campos en 2008, pero el juzgado se lo ha negado y, por tanto, desde entonces el pequeño surtidor ubicado en el interior del pueblo permanece cerrado.
Fue en 2007 cuando el Ajuntament elaboró un proyecto para la mejora y embellecimiento de la Plaça de sa Creu. Al buscar información referente a la concesión y ubicación de la gasolinera se percataron de que solo contaba con un permiso expedido en 1926 que señalaba que podía abrirse el surtidor. Por tanto, no tenía licencia de actividades y se decretó el cierre. El Ajuntament de Campos intentó negociar con la empresa Repsol y los responsables de la gestión del surtidor. En 2008, el entonces alcalde Guillem Ginard, promotor de la mejora, señalaba que se había alcanzado un acuerdo con la familia, pero la empresa Repsol reclamaba a cambio unos terrenos en la Creueta, en la carretera de Felanitx, por un periodo de 90 años.
Al final empresa y propietarios emprendieron un contencioso con el Ajuntament. Ahora, diez años después, Repsol ha desistido del contencioso y solo queda la familia explotadora de la gasolinera y el Ajuntament.
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