Hasta ahora la limpieza de Cala Bóquer se hacía solo una vez al año con la colaboración de voluntarios medioambientales. | Redacción Brisas

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Las playas vírgenes del municipio tendrán por primera vez este año servicio de limpieza. Los concesionarios del servicio de playas que se hayan adjudicado los lotes más ventajosos económicamente tendrán que prestar el servicio de limpieza en Cala Carbó, Cala Clara, Cala Bóquer, Cala Murta, Cala Gonsalva, el Caló y Cala Figuera. A cambio, el Ajuntament de Pollença reducirá sus ingresos en concepto de canon.

Esta es una de las principales novedades del pliego de condiciones que regulará el concurso de explotación de las playas y que se aprobará previsiblemente entre este martes y este miércoles en medio de un gran clima de crispación. A medida que pasan las semanas sin hamacas ni sombrillas se disparan las críticas de los hoteleros, restauradores y partidos de la oposición, pero también en el seno del propio equipo de gobierno Junts-UMP. En la última semana UMP cargó contra el Ajuntament a través de las redes sociales.

El regidor de Medio Ambiente de Pollença, Bartomeu Cifre Bennàssar, lamentó este lunes que el retraso en la adjudicación de las playas haya empañado los cambios introducidos en el sistema de explotación.

El pliego del concurso contempla también otras novedades que no se llevarán a la práctica hasta el verano de 2017. Se trata de hacer que las playas de Cala Sant Vicenç (Cala Bóquer y Cala Molins) sean por primera vez accesibles para minusválidos.