El líquido que circula por el torrente de Solleric son aguas incorrectamente tratadas procedentes de la depuradora de Consell, por un lado, y de agua con una elevada concentración de detergente vertida por una lavandería. | Antoni Pol

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La Guardia Civil investiga los vertidos de agua sin depurar e industriales que padece el torrente de Solleric. Agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) se personaron este miércoles en el torrente y recogieron muestras del líquido que fluye por su cauce a su paso por Biniali.

La investigación responde a la denuncia presentada por el alcalde pedáneo de Biniali, Miquel Fiol (en la imagen circular). Asegura que lleva nueve años «peleando» en Palma para que el Govern, como institución responsable de conservar los torrentes, ponga fin a los vertidos, pero que le dan largas y la situación no se resuelve. Ese miércoles, Fiol mantuvo una nueva reunión con la directora general de Recursos Hídrics para tratar el problema, pero volvió a considerar insatisfactorias las explicaciones recibidas. Pocas horas después llamó a la Guardia Civil y denunció los vertidos.

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Expediente

Pese al escepticismo de Fiol, debe tenerse en cuenta que el actual Govern ha abierto un expediente a la lavandería responsable del vertido de aguas industriales (que solo tiene permiso para aguas residuales), si bien no lo ha cerrado. Medi Ambient analiza periódicamente los pozos próximos a ese tramo de torrente, pero no ha hallado restos de contaminación.

El torrente ha recibido las últimas semanas, asimismo, vertidos de aguas sin depurar de la estación de Consell. Fiol explicó que la directora general le indicó que, a causa de un problema en la balsa de regantes, la depuradora recibe 1.200 metros cúbicos de agua no tratada cuando tiene capacidad para solo 400. El alcalde de Biniali está en pie de guerra. Advierte que si no se soluciona el problema estudiará dirigirse al Defensor del Pueblo o manifestarse ante el Consolat de Mar.