Hablar de los Cossiers es hablar de fiesta. | Guillem Mas

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Entender Montuïri sin los Cossiers es imposible. El pueblo late al ritmo de sus danzas desde, al menos, mediados del siglo XVIII. Sin duda una pieza clave para la identidad e idiosincrasia del pueblo montuïrer como elemento central de las fiestas patronales de Sant Bartomeu. Por ello, el próximo pleno del Ajuntament del municipio instará al Consell de Mallorca a declarar estas figuras Festa d'Interès Cultural (FIC).

Para muchos, los Cossiers son los más auténticos, los más cercanos a la fiesta y al pueblo junto al Dimoni. Sus danzas son las únicas que han conservado la letra de sus canciones, además de ser la agrupación que cuenta con un repertorio más variado de danzas, sumando un total de 11.

El pueblo vibra con cada baile: Mestre Joan, Flor de Murta, Dansa Nova, Gallineta Rossa, Obriu-mos, El rei no podia, l'Oferta, els Mocadors o Caragolet, Mercançó, Mitjanit y Gentil Senyora; estas dos últimas recientemente recuperadas.

A la danza de los Cossiers hay que sumar un elemento imprescindible: el Dimoni Banya Verda. En estos últimos 25 años ha cogido gran protagonismo en la fiesta convirtiéndola en un espectáculo vivo, donde el pueblo participa.