La urbanización de la Font lleva años paralizada pendiente de que el Ajuntament apruebe la dotación de servicios de la zona. | Elena Ballestero

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El equipo de gobierno del Ajuntament de Pollença (Junts) no está dispuesto a conceder nuevas licencias de construcción en la urbanización de la Font mientras el proyecto urbanístico de la zona no reduzca su impacto visual. Quiere evitar así que se repitan situaciones como la de Villa Cortina o la calle Creus (en la zona del Calvari) en las que los tribunales han anulado licencias municipales de obra porque, aún adaptándose a la normativa urbanística local, incumplían la ley de suelo por su elevado impacto visual.

El alcalde de Pollença, Miquel Àngel March, y el regidor de Urbanismo, Bartomeu Cifre Bennàssar, se reunieron la pasada semana con los propietarios de la Font para informarles de la situación legal en la que se encuentra la urbanización.

Los propietarios reclaman al Ajuntament que apruebe el proyecto de dotación de servicios de la zona, lo que en la práctica obligaría al Consistorio a comenzar a conceder licencias de nueva construcción.

A diferencia de lo que ocurre con otras urbanizaciones como el Vilà o Cala Carbó, que fueron desclasificadas parcialmente por el Govern de les Illes Balears (se protegió la parte más alta), en la Font no se ha producido ninguna desclasificación a pesar de que carece de alcantarillado. Así, una vez se complete la dotación de servicios se podrá volver a construir legalmente en la urbanización. La urbanización cuenta con 170 parcelas, buena parte de ellas aún sin edificar. Como otras urbanizaciones de la zona funciona con pozos negros.