Urbanización de Cala Romántica. | Joan Sitges

TW
5

La promotora que no acabó una urbanización de 189 chalets en Cala Romántica, en Manacor, «operaba a salto de mata», con una contabilidad que no reflejaba la realidad de su situación de tesorería, ha explicado uno de los autores del informe concursal que ha declarado como testigo en el juicio al constructor.

«El control interno no existía o era flojo y el grupo actuaba como caja única», ha explicado el economista en su declaración ante el tribunal durante el juicio que se celebra en la Audiencia de Palma contra el constructor de esta promoción inacabada, para quien la Fiscalía pide una condena de 5 años de cárcel por un delito de insolvencia punible.

El técnico ha detallado que en el proceso concursal se averiguó que la promotora de las viviendas unifamiliares formaba parte de un entramado de sociedades a las que realizó trasvases por alrededor de 10 millones de euros sin justificar o justificados a posteriori con facturas «para vestir cada transacción», un dinero que fue imposible recuperar porque dichas sociedades eran insolventes.

De todas esas sociedades era administrador el acusado, que ha declarado que considera «totalmente falseada» la interpretación ofrecida por la administración concursal de que realizó trasvases de dinero a otras entidades de su propiedad.

«Los fondos se los había escamoteado la CAM», ha dicho el acusado acerca de la entidad bancaria que concedió el préstamo que hizo posible la promoción de viviendas, pero que en el verano de 2007 dejó de aportarle fondos del préstamo por discrepancias sobre la obra ejecutada, lo que hizo imposible finalizar la urbanización.

El promotor ha justificado el vaciado de fondos de la sociedad principal como pagos porque «la obra la estaban haciendo todo el grupo de empresas» y ha dicho que los trasvases eran por materiales y trabajos.