Imagen de una de las primeras campañas contra los fondeos irregulares, impulsada en 2006 por el Ajuntament de Pollença y las fuerzas de seguridad. | Elena Ballestero

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La Comissió Balear de Medi Ambient, presidida por Antoni Alorda, no autorizará la instalación del nuevo pantalán de Albercuix en Pollença sin la previa evaluación de impacto ambiental.

El proyecto consiste en la reforma y adaptación del espigón existente y la instalación de un pantalán de 72 metros de largo creando una superficie de atraque con capacidad para 63 embarcaciones.

El informe jurídico es claro. Una gran parte del proyecto se desarrolla sobre el Lugar de Interés Comunitario (LIC) ESS310005 de las bahías de Pollença y Alcúdia donde ya se comienzan a notar las consecuencias del impacto del tránsito marítimo y de los emisarios marinos que producen vertidos puntuales.

«En el fondo marino hay presencia de una comunidad mixta de Cymodocea nodosa (pradera marina) y Caulerpa prolifera (alga fotófila) y a raíz de los impactos negativos en la zona el área presenta degradación, como así se aprecia por el aumento de la Caulerpa prolífera en relación con la Cymodocea nodosa», concluye la Comissió.

El fondeo irregular en la bahía de Pollença y la falta de oferta de fondeos legales son dos cuestiones históricas que han abordado las distintas administraciones en los últimos años. El Ajuntament ha protagonizado, en colaboración con las administraciones supramunicipales y las fuerzas de seguridad, distintas campañas de retirada de las embarcaciones fondeadas irregularmente en la bahía.