Vista general del casco urbano de Esporles. | ARCHIVO

TW
22

Sorpresa e indignación es lo que han experimentado los vecinos de Esporles tras llegar a sus domicilios el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) correspondiente a 2015.

Después de que el año pasado este impuesto municipal registrara una notable reducción respecto a los ejercicios anteriores, el importe de este año arroja incrementos de hasta el 50 por ciento en comparación a la última liquidación.

Vecinos consultados atribuyen la bajada del IBI de 2014 a cuestiones electorales, puesto que era el último recibo a pagar antes de los comicios municipales del pasado 24 de mayo. De esta manera, mientras los propietarios de un inmueble de un valor catastral aproximado de 131.000 euros, que en 2014 pagaron en concepto de IBI 580 euros, en el periodo voluntario de este año deberán desembolsar 870.

Un valor sensiblemente superior al que se venía pagando desde 2011, cuando el Gobierno central aprobó el incremento del IBI incluido en el paquete de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público. Así, este mismo tipo de inmuebles pagaron en 2011 un IBI de 527 euros, de 659 en 2012 y de 791 en 2013. En 2014, año preelectoral, descendió hasta los 580 y, en 2015, el recibo se ha encaramado hasta 870 euros.

Consistorio

Desde el Ajuntament de Esporles, presidido por Maria Ramón (MÉS), atribuyen la responsabilidad del incremento en el importe del IBI al Gobierno central y recuerdan que «lo que tenía que ser una medida transitoria, durante los años 2012 y 2013, se ha visto no solo prorrogada, sino también aumentada para los años 2014 y 2015, igualmente de manera obligatoria para todos los municipios», argumentan.

Asimismo, fuentes del Consistorio niegan que la reducción de 2014 obedeciera a cuestiones electoralistas y la achacan a que entonces «el Estado ofreció dos opciones: aplicar el 0,6 por ciento o aumentar el valor catastral en un 10 por ciento y aplicar un 0,4. Decidimos optar por la segunda para paliar los efectos sobre el recibo de los ciudadanos, ya que así resultaba menos gravoso», aseguran.

En cuanto al recibo de 2015, apuntan que se mantienen las mismas dos opciones, «pero para no volver a aumentar el valor catastral en un 10 por ciento se ha tenido que aplicar obligatoriamente el tipo del 0,6 por ciento», concluyen desde el Ajuntament.