Uno de los modelos de banderola que se comercializan.

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A cuatro días de celebrarse la tradicional suelta de patos de Can Picafort, el enfrentamiento entre los partidarios de usar animales de carne y hueso y los partidarios de usar patitos de goma en la fiesta se reabre.

Una imprenta de sa Pobla está vendiendo banderolas para que los picaforters adornen los balcones de sus casas y, hasta el momento, la demanda de banderolas con patos vivos supera en mucho a los de goma. Cuestan 20 euros.

Cabe recordar que la utilización de aves vivas está prohibida por la ley de protección animal.