El Ajuntament instaló el viernes unas barreras para separar la piscina del bar. | Antoni Pol

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Un máximo de 172 personas pueden acceder desde ayer a la vez al interior de la piscina municipal de Binissalem si el Ajuntament quiere evitar que la Conselleria de Salut cierre el recinto.


El alcalde Jeroni Salom explicó a este periódico que el número de usuarios de la piscina ha aumentado de manera considerable en los últimos días debido a la ola de calor. La aglomeración de gente ha provocado las quejas de los usuarios que recriminaban que al agua no estaba en condiciones óptimas. Técnicos de la Conselleria se desplazaron hasta Binissalem esta semana y comprobaron que «los niveles de cloro y el control de los filtros es el adecuado aunque recomendaron limitar el acceso al interior de la piscina», según palabras del alcalde Jeroni Salom. La piscina tiene un aforo limitado de 172 personas y para poder entrar alguien más se tendrá que esperar a que un bañista salga.


Para hacer un control exhaustivo del número de usuarios que se encuentran en el interior de la piscina, el Ajuntament instaló el viernes una barrera para separarla del recinto del bar. «Mientras que en la piscina puede haber 172 personas, en el bar caben 170 personas por lo que hemos optado por separar los dos espacios físicamente», apuntó Salom.