El hospital ha padecido trastornos insoportables y tercermundistas a causa de las lluvias de las últimas semanas. No hubo dinero para su reforma.

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La problemática del Hospital de Manacor está llegando a una situación límite tras el cierre de su cuarta planta a causa de las goteras y el traslado de enfermos a otros centros sanitarios.

El Ajuntament exige que el Govern de Bauzá cumpla el compromiso contraído por el Ejecutivo autonómico en los tiempos del Pacte de proceder a la mejora de las instalaciones en diferentes fases.

La primera inversión de reforma del centro hospitalario fue aprobada por el Govern Antich en mayo del 2011, a las puertas de las elecciones autonómicas de aquel año.

Era una primera reforma valorada en 8,8 millones de euros que nunca llegó a Manacor. Acto seguido se produjo el giro político y la llegada de José Ramón Bauzá al Consolat. Las inversiones en el hospital de Manacor fueron radicalmente canceladas a causa de la política de austeridad del nuevo president.

Este frenazo en seco llegó hasta el punto de que el Govern pidió al Ajuntament la devolución del dinero abonado para la licencia de reforma. Todo quedó en nada. Pero ya no se puede continuar así por más tiempo», afirman fuentes municipales. «Reclamamos que el Govern reconduzca la situación y saque adelante de manera urgente esta reforma». Pero las necesidades expuestas hace más de un lustro se han incrementado a causa de las lluvias. «El problema es crónico», afirman en el Ajuntament.