Algunas aceras del polígono de Son Llaüt aún están por acabar, veinte años después. | Antoni Pol

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El Ajuntament de Santa Maria toma las riendas del polígono industrial de Son Llaüt. Veinte años después de que comenzaran a instalarse las primeras naves, la situación urbanística del polígono es todavía alegal, aún no ha sido recepcionado y falta completar la llamada ‘dotación de servicios’.

Después de lustros de controversia, el Consistorio ha acordado completar el proceso de urbanización, un trámite que, no obstante, pagarán los propietarios de las naves.

La urbanización del polígono conllevará la dotación de los servicios básicos del núcleo, establecidos por ley. Estos servicios son el suministro de electricidad y agua potable, la recogida y el tratamiento de aguas pluviales y fecales, la correcta construcción de las calles (con las zonas verdes, aceras, asfalto...) y la instalación del alumbrado público, entre otros.

Las obras que quedan aún por hacer las pagarán los propietarios de las naves. El Consistorio les impondrá contribuciones especiales. Esos tributos se impondrán de modo progresivo para no perjudicar la situación financiera de las empresas, aclaró la alcaldesa Rosa Vich. Cabe recordar que el Govern ya trató de resolver esa situación hace cinco años, pero los propietarios pidieron que se les dejara a ellos. No obstante, no lo han conseguido.