El gobierno municipal que surja de las elecciones de mayo llevará a pleno su aprobación inicial | Juan Mestre

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El futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Manacor prevé una inspección técnica de edificios con una antigüedad superior a los 25 años. La nueva redistribución también contempla una serie de ordenanzas ambientales que beneficiarán fiscalmente a los ciudadanos que apuesten por ellas. Todo ello al margen de la ya anunciada reducción del techo poblacional de 140.000 a 83.000 habitantes.

El futuro planeamiento se está redacto bajo una filosofía de sostenibilidad medioambiental y económica. La regidora de Urbanismo, Catalina Riera, y el arquitecto municipal Antoni Planas destacan la importancia de este texto «para el municipio que queremos que también permitirá una mejor gestión del suelo y sus recursos».

Las nuevas construcciones que se realicen mediante criterios medioambientales comportarán beneficios fiscales para sus propietarios. De hecho, la intención es potenciar las energías renovables, el uso de materiales sostenibles así como sus proyectos. Ello permitirá beneficios fiscales en las ordenanzas que se tendrán que redactar.

Las lineas estratégicas también apuntan a una continuación de la políticas de peatonización y soterramiento de servicios, mejorar la calidad de los espacios públicos, redefinir el tramo urbano de la carretera Palma-Artà y mejorar los accesos a la ciudad. El resto de núcleos del municipio también sufrirán cambios como más espacios libres en s’Illot, así como otras actuaciones en Porto Cristo o mejoras de accesos en Calas de Mallorca.