Las obras del teatro se paralizaron a principios del mes de noviembre. | Antoni Pol

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El alcalde de Inca, Rafel Torres, decidió este jueves romper el contrato de manera unilateral con la empresa adjudicataria de la reforma del Teatre Principal (la UTE formada por Dragados y Coexa) y con el equipo redactor del proyecto después que no haya sido posible llegar a un acuerdo en el modificado del proyecto durante cuatro meses.

Aunque el alcalde Torres anunció que si no había acuerdo entre la empresa, el equipo redactor y los técnicos municipales a finales de enero se llevaría el caso a los juzgados para que se depuraran responsabilidades, finalmente decidió conceder 20 días más de prórroga, que no han servido para nada. El alcalde convocó ayer una reunión urgente del Patronat del Teatre Principal el próximo lunes para aprobar la rescisión del contrato y adoptar las medidas oportunas.

Aunque desde la oposición celebraron la decisión, criticaron que, «debido a la mala gestión de las obras del teatro, se ha perdido la ayuda europea del FEDER que tenía que aportar 2,4 millones de euros para financiar las obras», según sentenció el portavoz del PSOE, Xavier Ramis.

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El socialista indicó que la rescisión del contrato «confirma lo que advertimos hace cuatro meses» y añadió que «ahora es imprescindible abrir un expediente y denunciar a la empresa por daños y perjuicios, porque presentaron una oferta que no era viable y con la que nos engañaron».

Por su parte, el portavoz de MÉS per Inca, Antoni Rodríguez, recordó que «el 15 de enero ya pedimos al alcalde que rescindiera el contrato, por lo que no entendemos que se haya retrasado un mes en llevarlo a cabo». Según Rodríguez, el paso del tiempo sin tomar la decisión «nos puede llevar a perder la ayuda europea. Se trata de muchos millones y no puede ser que Torres se vaya de rositas, por lo que pediremos responsabilidades políticas».

Àngel García (Independents d’Inca) se mostró muy crítico con la actuación del equipo de gobierno y tildó de «incomprensible» la actuación de la mayoría municipal con el Teatre Principal. «Esta manera de actuar, sin dar información, fue lo que nos impulsó a abandonar el Patronat del Teatre Principal». Para terminar, García apunta que «el alcalde dijo que llevaría a la empresa y a los redactores al juzgado, y yo digo que él debería ir delante».