Miembros de la Sociedad de Cazadores de Santanyí durante la campaña contra la procesionaria.

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Este pasado fin de semana, el área de Medio Ambiente del Ajuntament de Santanyí con la ayuda de la Sociedad de Cazadores de Santanyí han llevado a cabo las tareas de exterminio de las bolsas de orugas que se acumulan principalmente en los pinos. Una campaña que llevan a cabo conjuntamente desde hace más de una década. Este año se han utilizado hasta 4.000 cartuchos.

Este sábado por la mañana, los cazadores se repartieron por todos los núcleos del término, principalmente en las zonas más afectadas, como son las de Cala d'Or o las de Cala Figuera.

Otros empezaron la campaña en los árboles más cercanos en las escuelas, ya que los más pequeños son los que normalmente se ven más afectados por las urticarias que provocan las orugas.

El sistema utilizado es el de disparar contra las bolsas de orugas que perjudican a los pinos y que también pueden resultar peligrosas para los humanos, causando graves alergias o enfermedades.

Según indican desde el Consistorio con este mecanismo, se aseguran de que el impacto sólo afecta a las orugas atacando el proceso reproductivo y, «ni los árboles ni los animales sufren ningún tipo de consecuencia».

Esta tarea de exterminación que lleva a cabo el Ajuntament de Santanyí con la Sociedad de Cazadores es una lucha que «hace más de 10 años que se organiza conjuntamente con el fin de eliminar la plaga de la procesionaria, puesto que está en las zonas más rurales y paisajísticas donde se suele establecer este tipo de plaga».