Los hechos denunciados ocurrieron presuntamente en el CEIP Melcior Rosselló i Simonet de Santa Maria del Camí. | Antoni Pol

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El auxiliar técnico educativo (ATE) que fue denunciado por su presunta agresión a un menor con discapacidad al que asistía en el colegio Melcior Rosselló de Santa María ha afirmado a Ultimahora.es que no reconoce esta agresión, «que es inexistente mientras no se haya resuelto el expediente; si después soy sancionado acataré el castigo, pero yo no he reconocido esta agresión». Además, el ATE ha señalado que «desde el primer momento tras este incidente todos estuvimos de acuerdo en que lo mejor que el apoyo escolar a este niño lo hiciera otra persona, y todo el último trimestre del curso pasado y lo que llevamos del curso actual el niño está atendido por otro ATE que tiene asignado en exclusiva».

El profesional asegura que él mismo pidió el traslado a otro centro, pero la Conselleria d'Educació no ha resuelto el expediente y en septiembre lo volvió a destinar al CEIP de Santa Maria, donde existe un profundo malestar por este hecho, según explicó ayer FAPA Mallorca en un comunicado en el que criticaba «la inoperancia de la Conselleria».

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Nueve meses sin resolver

El conflicto entre la comunidad educativa del colegio de Educación Infantil de Santa Maria se originó tras denunciar la FAPA (Federación de Asociaciones de Padres) que el ATE había agredido a un niño con discapacidad al que atendía, en presencia de la maestra y del resto de compañeros de clase. Los hechos ocurrieron, según la versión de la FAPA, el pasado mes de febrero y se abrió un expediente al auxiliar que, nueve meses después aún no ha sido resuelto. Según los denunciantes, el día 24 de febrero de 2014 durante la clase de inglés de Infantil el ATE «perdió los nervios. Primero sacudió al niño para obligarlo a coger un lápiz del suelo y después le pegó un golpe fuerte en la cabeza con la mano», continúa la nota.

La dirección del centro reorganizó los horarios para que el niño no concidiera con el ATE. En el tercer trimestre se facilitó un nuevo auxiliar, pero el técnico denunciado continúa asignado al centro a la espera de que se resuelva su expediente y sea castigado o exculpado. La dilatación en la resolución de este caso ha causado malestar entre la familia del niño, la Apima, el equipo educativo y el propio denunciado.