Tanto el interior como el exterior de la antigua fábrica de tapices Can Morató se encuentra en un avanzado estado de deterioro. | Elena Ballestero

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Los propietarios de Can Morató, la vieja fábrica de tapices de Pollença, están dispuestos a permutarla por solares municipales o cerrar un acuerdo de venta que permita al Ajuntament afrontar su conservación.

El inmueble fue desde principios del siglo veinte y hasta 1975, el principal motor de la actividad industrial del municipio.

La fábrica de tapices de Can Morató (originalmente Can Bosch) es una de las pocas muestras vivas de la arquitectura industrial de las Balears, pero su catalogación como Bien de Interés Cultural no ha frenado su deterioro.

Según cuentan hasta en la Casa Blanca hay alfombras tejidas en esta antigua fábrica de Pollença.

El edificio está en venta desde principios de los años ochenta, pero su situación urbanística ha impedido hasta ahora que encuentre comprador.

«La catalogación del solar como rústico y la declaración de Bien de Interés Cultural fueron un mazazo para la fábrica y durante años no nos dejaban hacer allí otra cosa que no fuera una residencia o un hospital, ahora los últimos informes abren la puerta a otros usos como por ejemplo un hotel», explica Rafel Morató copropietario del inmueble.