Pere Fuster, representante de Més per Capdepera, informando de los resultados de la encuesta.

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Més per Capdepera ha realizado una encuesta entre más de 40 comercios y restaurantes de Cala Rajada para recoger la situación de este núcleo como destino turístico y de su oferta complementaria. Indican que la conclusión a raíz de esta encuesta es que la situación «es muy preocupante y pone en evidencia la necesidad de ejecutar un plan turístico urgente».

La encuesta indica que a un 67’5% de los comercios y restaurantes le ha ido peor que la temporada pasada y sólo a un 10% le ha ido mejor; un 60% cree que el poder adquisitivo de los turistas es bajo o muy bajo; a un 72% le ha afectado negativamente la implantación del todo incluido; a un 75% le ha afectado negativamente la llegada de grupos de jóvenes que buscan fiesta y alcohol; y un 82% es de la opinión que es urgente la ejecución un plan de choque para mejorar el turismo que recibe el núcleo.

Més recuerda que Cala Rajada, había sabido complementar el turismo de sol y playa, con mucha presencia de familias de un cierto poder adquisitivo, con su oferta de ocio nocturno. «Pero la implantación del todo incluido, el aumento desde hace algunos años de visitantes que buscan básicamente una oferta de alcohol y fiesta barata, la proliferación de negocios con este tipo de oferta y la constante bajada de precios para poder llenar todos los establecimientos, entre otros causas, ha colocado al núcleo costero en una situación cada vez más difícil, tanto para los que viven todo el año como para el pequeño comercio y trabajadores en general».
Ante esta situación apuntan que Cala Rajada «necesita acciones urgentes y contundentes que permitan reconducir la situación y que la vuelvan poner en el lugar que se merece».

Propuestas

Desde Més por Capdepera hacen una serie de propuestas para su debate entre los distintos sectores.
Las propuestas hacen referencia a «la limpieza, co el aumento de frecuencias y estudio de la posibilidad que quién ensucie más pague más; a la persecución y erradicación de las acciones incívicas, bullicios y desórdenes; a la colaboración de los responsables de hoteles, hostales y apartamentos en el control de aquellos visitantes que hayan sido expulsados de otros establecimientos o hayan creado problemas de incivismo; a la recuperación por parte de Ajuntament y hoteleros de la promoción turística, descartando el fomento de la imagen Cala Rajada como destino de borrachera y fiesta barata; a una promoción más efectiva y especializada de la oferta deportiva, medioambiental, patrimonial y cultural; a acciones de promoción del pequeño comercio y de incentivos a aquellos que ayuden a vender Cala Rajada como un destino de más calidad; a infraestructuras necesarias, tanto públicas como privadas; y a la participación ciudadana».