Los pescadores se reúnen tras la faena para tomar un café. g Fotos: A. BASSA

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La primera semana de pesca de la llampuga ha arrancado «floja», sin embargo los pescadores de Cala Rajada ven buenas expectativas para esta temporada que empieza a ser más productiva sobre todo a mediados de septiembre. «La primera semana siempre suele ser más tranquila, pero ello no significa que no vaya a ser un buen año ya que hasta el día 15 no podremos hacer una valoración más real», comentaba Bernat Martí.

A la salida o a la puesta del sol es el momento más idóneo para pescar. En Cala Rajada, a diario, salen ocho embarcaciones dedicadas a esta arte tradicional de cerco. La cofradía de Cala Rajada es, desde hace años, la impulsora de dar calidad a esta especie gracias a la organización de la Fira de la Llampuga, en el mes de octubre, una cita que está plenamente consolidada en el calendario de otoño y que atrae miles de visitantes a este núcleo costero.

Otro de los méritos de la cofradía es haber sido los responsables de promover, hace tres años, la declaración de un cupo para la pesca de llampuga. Ahora desde el 25 de agosto hasta el 30 de diciembre sólo se pueden pescar 200 kilos por día y por barca. «Ello ha servido para que no haya oscilaciones en los precios y se mantenga estable todo el año», comentaba el Patró Major, Joan Mercant.